La comunidad
legislativa celebró las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario de
San Nicolás con la tradicional procesión alrededor de la Plaza 9 de Julio y
posterior oficio religioso. El obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, se
sumó a la ceremonia.
Las
actividades en conmemoración a la Santa Madre comenzó el lunes 21, cuando
la imagen de la Virgen del Rosario de San Nicolás empezó a recorrer los anexos
dependientes de la Función Legislativa, periplo que concluyó con su regreso a
la Casa Central, este viernes. En dicha jornada, por la mañana, la imagen
sagrada visitó las oficinas del edificio de calle Dalmacio Vélez Sarsfield y,
luego, quedó en contemplación en el patio interno del Parlamento. En horas de
la tarde, se desarrolló la celebración central con el rezo del Rosario y,
posteriormente, se retiró la Imagen hacia exteriores.
La Patrona de la Función Legislativa fue escoltada por
el vicegobernador, Sergio Casas. Lo acompañaron el obispo Marcelo Colombo, el
vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, Luis Orquera, los diputados
Marta Salinas y Guido Acosta, los ministros de Educación y de Salud, Walter
Flores y Elio Díaz Moreno, respectivamente, el vocal del Tribunal Superior de
Justicia, Claudio Ana, y personal legislativo.
Acto
seguido, la procesión circundó plaza 9 de Julio, con descansos en los edificios
de la Universidad del Adulto Mayor, Comisaría Primera, Anexo de la Legislatura
de calle Copiapó y el Instituto de Educación Especial.
Una vez
concluido el recorrido, la Santa Madre se detuvo en el ingreso al edificio
parlamentario, donde se ofició la misa a cargo de la máxima autoridad de la
Iglesia Católica en la provincia.
Como acto de
culto a la Virgen, se realizó la suelta de globos, representando la elevación
del Rosario con diversos pedidos. De fondo musical acompañó la voz de Lía Gómez
Castellanos y la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Sobre el
cierre, y como manifestación del deseo del Vicegobernador para que la Santa
Patrona llegue a cada uno de los trabajadores de la Función, entregó sendas
figuras para cada uno de los anexos y áreas del ámbito legislativo.
Finalizada
la festividad, la Santa Imagen fue depositada nuevamente en el interior del
edificio legislativo. Allí, Casas se mostró emocionado, como a lo largo de
“hace prácticamente 20 años”, según confesó. El titular de la Función
Legislativa destacó la presencia del Obispo Colombo y agradeció especialmente
al personal legislativo por la deferencia de ofrendarle una réplica de la
sagrada imagen. “En lo personal, a mí siempre me emociona, y este gesto de los
empleados me da emoción y fortaleza para asumir los desafíos que nos toca”,
dijo.
Seguidamente,
consideró que, particularmente esta celebración, “es muy especial”, debido a
que es la última en la que participará en carácter de Vicegobernador. “Lo
importante es que llevemos cada uno, en el espíritu y compromiso que tenemos a
diario, el trabajar en imagen y semejanza de quienes fueron consagrados
santos”, reflexionó.
Por último,
Casas dejó un mensaje destinado a todos los riojanos al pedir que, “a través de
la solidaridad, la fraternidad, de un diálogo profundo y respetuoso, empecemos
a cambiar todos juntos para el beneficio de nuestra provincia, sin ningún tipo
de distinciones, sectarismos, ni individualismos”. Agregó diciendo: “más allá
de la responsabilidad que nos toca a cada uno, lo importante son los consensos
y disensos” y sugirió tomar el mensaje del Papa Francisco persiguiendo “el amor
a la gente, a la tierra, al agua, al medio ambiente y al cuidado por los seres
humanos”. “Tenemos que empezar a vivir tiempos de paz, de amor, pero
fundamentalmente convirtiendo en acciones concretas lo que también decimos”, concluyó.
A su tiempo,
Colombo expresó: “es una alegría compartir la fe de nuestro pueblo y, sobre
todo, podernos unir en esta acción de gracia de Dios por la búsqueda de aunar
voluntades en la celebración de la vida”. Dijo estar “feliz por haber podido
caminar esos pocos pasos, pero intensos pasos, de oración y súplica común para
que nuestra Madre del Rosario siempre suscite en nosotros sentimientos nobles,
bellos, puros, capaces de construir una riojanidad nueva, una riojanidad
fortalecida en los valores que siempre han estado y que naturalmente deben ser
profundizados”.
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