Desde 1999 Argentina estableció el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana por virtud de la Ley 25.173, en conmemoración del fallecimiento del General Martín Miguel de Mata Güemes.
Es preciso destacar que el
General Güemes fue una de las figuras importantes de la resistencia durante las
Invasiones Inglesas, durante 1806 y 1807; y que además fue héroe de la guerra
de la Independencia. Su tenaz defensa de la frontera norte contra la invasión
realista con su ejército de gauchos, permitió al general San Martín encarar y
completar sus campañas de Chile y Perú, sin lo cual jamás se hubiese podido
completar el proceso de emancipación sudamericano.
Martín Güemes nació en Salta el 8
de febrero de 1.785, en el seno de una familia noble y adinerada. Cursó sus
estudios primarios en su ciudad natal, alternando la enseñanza formal con el
aprendizaje de las labores campesinas en las Fincas que poseía la familia. A
los 14 años se incorporó como cadete de una Compañía del Regimiento Fijo de
Infantería de Buenos Aires, iniciando una brillante carrera militar.
Desde 1805, año en que fue
trasladado a Buenos Aires para luchar en las Invasiones Inglesas, Güemes
comenzó a defender la integridad territorial actuando heroicamente. Los años
siguientes lo encontraron desempeñando la misma tarea: durante 1810 se desempeño
eficazmente al mando de un Escuadrón Gaucho en la Quebrada de Humahuaca
impidiendo la comunicación entre los opositores al nuevo régimen y los
realistas del Alto Perú; en 1814 comandó la Avanzada del Río Pasaje en
respuesta al pedido del General San Martin, iniciando la Guerra Gaucha que
finalmente ganaría al año siguiente; en Junio de 1816 el Director Supremo Juan
Martín de Pueyrredón le encomendó "la defensa de las Provincias Unidas y
la seguridad del Ejército Auxiliar del Alto Perú"; entre otras proezas.
Pero las más significativa de
todas, sería la tarea que el encomendaría Don José de San Martín, designándolo
General en Jefe del Ejército de Observación para llevar adelante la misión de
auxiliarlo en la liberación del Perú. Misión que indefectiblemente lo llevaría
camino hacía lo que sería el final de sus días. Si bien las Provincias le reconocieron su posición, poco apoyo le brindaron, por lo que se vio obligado a imponer contribuciones que originaron oposición y gran descontento entre los pudientes. Así, desempeñando la tarea que le habían encomendado de la manera más correcta a su parecer, fue cosechando enemigos, que llegado el año 1821 colaborarían para concretar su muerte.
Primero el gobernador de Tucumán
se niega a entregarle el armamento que había pertenecido al Ejército Auxiliar,
mientras su par santiagueño se niega a auxiliarlo. En mayo, acusándolo de
tirano, el Cabildo de Salta lo depuso, y aunque pocos días después recuperó el
poder, una partida realista guiada por enemigos internos lo hirió la noche del
7 de Junio.
Y así Güemes encontró si final, a
los 36 años, a la intemperie, en un catre, en Cañada de la Horqueta. Pero
aunque cruenta, su muerte significaría el primer general argentino que murió en
acción de guerra luchando contra un invasor externo, representando fielmente lo
que su figura representó en la historia argentina: un héroe de guerra, tenaz
defensor de nuestro territorio.
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