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Este blog ha sido creado con el objeto de brindar información de interés cultural y agenda de las actividades programadas por esta Dirección.

jueves, 16 de junio de 2011

RINCON POETICO
           
En este espacio, es intensión de esta Dirección,  hacer un reconocimiento a todos los escritores-poetas de esta provincia,  del país y del mundo, quienes  por medio de la poesía  expresan pensamientos, sentires, reflejos de la sociedad y la cultura y del momento histórico que nos toca vivir. A través del arte de la escritura nos hacen llegar su creatividad para nuestro deleite.

Seleccionamos para darle inicio a este espacio, a uno de nuestros escritores-poetas “Gabriel Gatica”, quien nos enorgullece al formar parte de esta Función Legislativa. Como compañero, le hacemos un merecido reconocimiento por su creatividad literaria.

Datos del Autor

            Gabriel Gatica, nació en La Rioja, Argentina, el 25 de agosto de 1970. Se recibió como Profesor de Letras en el año 2002 en el Instituto “Albino Sánchez Barros” y en el año 2003 recibió una beca de la Fundación Ortega y Gassett para estudiar en Toledo, España.
            Escritor, ha publicado "Miradas" (2005) junto al fotógrafo Guillermo García, y “Cicatrices de Esperanza” (2008). Tiene dos libros inéditos, uno de aforismos y otro en preparación fruto de una minuciosa investigación sobre la vida y la obra del escritor Daniel Moyano. A raíz de la misma realizó una tarea de difusión y rescate de la obra de Moyano a través de notas periodísticas, conferencias y charlas alusivas en distintas radios del medio y nacionales siendo además cofundador de la Biblioteca Daniel Moyano en Amaná. Por un proyecto de su autoría, organizó un homenaje artístico en el cual se hizo entrega del decreto de ciudadano Ilustre Post - Mortem a la viuda del escritor.
            Sus poemas figuran en diversas antologías provinciales y nacionales, como “El interior y sus escritores”, “El libro de los poetas jóvenes” y “Antología poética riojana”. Sus aforismos han sido publicados en revistas del medio y también de tirada nacional como “Santiago, Guitarra y Copla” de Santiago del Estero. Participó en encuentros y recitales de poesía en Córdoba, Salta, Tucumán, Buenos Aires y La Rioja.
            Además de escribir notas culturales para los diarios locales, ha participado como colaborador en diversos programas radiales culturales como: “Anochecer de un día agitado” “Canto Popular” “Aromas del lugar” “El Puente”, “Jazz para todos”, “Agenda Cultural” y “Los libros te vuelan la cabeza”.


El Autor nos comparte algunas de sus poesías...

MARCELA

Ella tiene la piel más delgada que el recuerdo
y el alma más encallecida que el olvido,
el cabello frondoso como la soledad
las manos impacientes como la rebeldía
y el llegar cauteloso como el otoño.
Sólo el tiempo es tan franco como su mirada,
su indiferencia es filosa como la angustia
y su bronca humilla soberbias como el fracaso.
Lo simple de su palabra, como lo simple de la infancia,
también deja huellas de piedra en la corteza del alma
y hay más canto en su silencio que voces tiene la inquietud
Su frente es tibia como la nostalgia de la juventud
y presiento que en su vientre de mica risueña
anida más polen que en la esperanza.
Algún viento Zonda derritió el cobre de sus cabellos
alguna vendimia maduró la nuez lluviosa de sus ojos
pero no pudieron los veranos exiliar la nieve de sus piernas
y tan sólo para mi espíritu de colibrí
desnudó las corolas de sus secretos
y transformó los tímidos balcones de sus pechos
en perfumados volcanes de arroz.
Algún duende escondió corazones insomnes en sus poros
 por eso ríe hasta con las cosquillas de los arroyos
 y llora hasta por el beso de la neblina.
En la alborada de luna de su sonrisa
rompen los días su cascarón de incertidumbre
y las horas pasan mansas como nubes de postal.

La gente se pregunta: ¿por qué ella, tan clara,
se aferra a alguien tan oscuro como yo...?
Recuerden ustedes que el rocío
se alimenta de la noche.
                                  GABRIEL GATICA Verano de 1999


ACECHANZAS

¿Por que no habría de acecharte con mi poesía?…
Si el mundo es un despliegue de acechanzas:
la nostalgia acecha en las canciones y en las cartas
acechan los amantes su nombre en otros labios
acecha el dinero a la conciencia, la ocasión a la fidelidad
los infartos a los que gritan y a los que callan mucho
la verdad a la apariencia y la apariencia a los que necesitan creer
las minifaldas a las miradas y los chismes a la sensualidad.
Acechan los años a los trapecistas, el pasado a los fugitivos
la ilusión a los ingenuos, el fracaso a los orgullosos
el invierno a los mendigos, la inconsciencia a la memoria
los diablos a los desesperados, los confesionarios a la culpa
Las convicciones a los tercos, el ridículo a los formales
las encrucijadas a los miedosos y el miedo a la plenitud.

Después de todo no te acecho
como acecha el formol a las mariposas, la envidia a la belleza
la costumbre al asombro, la fatalidad a la precaución
los vicios al sueldo, el pesimismo a los suicidas
la locura a la existencia, la ignorancia a la libertad
el fusil al arado, la mordaza a la tinta
el cansancio a la búsqueda y los hospitales a las despedidas.

Acecho como acecha el espejo la desnudez y las confesiones
el perdón a los que sirven, los milagros a los humildes
la piel a las caricias, el deseo al deseo
el polen al viento, los ángeles a las oraciones
la reflexión a la experiencia, la vida a los prejuicios
los reencuentros a la distancia y el viajero a su identidad.

Seguiré, entonces, acechándote con mis versos
como acecha la ciencia el rastro de Dios
como acecha la religión la voz de Dios
como acecha la poesía los latidos de Dios.
                                  GABRIEL GATICA  Junio de 2000


ASÍ, LA VIDA
A todas las “madre Teresa”, a todos los “Ghandi”,
A Angelelli, el obispo poeta

Así, como el mar:
así tan llovidos de estrellas
así tan salados de historias
así tan hermanos del horizonte
así tan mecidos de pasiones
así tan espumados de amaneceres,
así viven los que cantan.

Así, como bombas enterradas:
así tan semillas de muerte
así tan larvas de tragedias
así tan vizcacheras de violencia
así tan cáncer de la tierra
así tan sordos a la luna,
así viven los que odian.

Así, como las minas:
así tan enfebrecidos de oro
así tan tiznados de prepotencia
así tan devoradores de humanidad
así tan intrincados de intereses
así tan insaciables de sudor,
así viven los que venden.

Así, como las acequias:
así tan cuesta abajo del tiempo
así tan cuesta arriba del cariño
así tan testigos de intemperies
así tan buscadores de raíces
así tan mensajeros de la nieve,
así viven los que sufren.

Así, como la harina:
así tan desgranados de soberbia
así tan repartidos entre el pueblo
así tan paciencia de molino
así tan palomas de sol
así tan espesos de esperanza,
así mueren los que sirven.
                                GABRIEL GATICA  13 de marzo de 2000


LOS SOLITARIOS

Esos olvidados que todo lo recuerdan
Esas almas sin paz en esos cuerpos calmados
Estos que se encandilan con la dulzura
Esos que se arriman ávidos de tibieza
y  te regalan un rosario de consejos
Aquellos que el vicio les miente escapatorias
Aquellos que prefieren ser mentidos
Esas velas que consume la espera
Esos impacientes encadenados a la paciencia
son los solitarios
Los aristócratas de la melancolía
Los malcasados con el silencio
náufragos de café y rehenes del tedio
Emperadores y esclavos de la ausencia
Espantapájaros que se dejan comer el sombrero
por los cuervos de la tristeza
Esos Lázaros que se resucitan a si mismos
porque no tienen un Cristo que los levante
Puedo verlos desde aquí
con sus victorias anónimas y sus derrotas públicas
mirándose el musgo que les trepa los brazos
corriendo una rotonda de monólogos
chapoteando miserablemente los domingos
buscando algo más que el eco en su caverna
sosteniendo el vientre helado de la noche
apenas con el rescoldo del corazón
retorciéndose en anhelos desesperados
como los chorros de la fuente que buscan las estrellas
y apenas si alcanzan a acariciar el reflejo
Percibo su llanto entre su risa
su olor a tiempo fumado sin placer
Reconozco esos cóndores de letanía en su mirada
y los perros husmeadores de sus manos.

Para ellos va mi canto.
Para los que odian la soledad
Para los que se desviven al contado para no desmorirse en cuotas
Para los que se reconocen en estas fotos de solitarios
Para los que viajan huyendo de su memoria
y para los más solitarios de los solitarios:
los que perdieron toda especie de fe.
                                       GABRIEL GATICA  -  16 de septiembre de 1999


VIVIR SIN ESTUCHES

Guardé el amor en un estuche de esperanza. Pero el amor necesita del sol y de la lluvia; prefiere la inclemencia a la asfixia. Yo no sabía  que el amor no es flor de invernadero.
Guardé la memoria en un estuche de esperanza. Pero la memoria que no camina, no tiene salud contra el olvido. La memoria junta más polvo por estarse quieta que por andar por los caminos.
Guardé mis palabras en un estuche de esperanza, esperando que el cielo no tuviera nubes. Cuando quise echarlas a volar, mis palabras estaban raquíticas y contaminadas de silencio. A la gente que necesitaba pan de palabras ya no le servía aquella harina rancia.
Fue entonces cuando mi esperanza enfermó y quiso también  refugiarse en un estuche de esperanza, pero yo rompí todos los estuches, la tomé del brazo y la empujé por las calles del riesgo.
 Caminando nos curtieron la piel las decepciones. Caminando aprendimos a distinguir las ilusiones venenosas de las comestibles. Caminando aprendí a curar las mordeduras de lo inevitable con las hierbas de la resignación.
Y así caminando voy repartiendo el amor, la memoria y las palabras; con la esperanza herida, pero viva.
                                                           GABRIEL GATICA  1 de abril de 2000


ELOGIO DE LA INGENUIDAD


Hay que mentirse, amigos,
hay que mentirse
mentirse sin miedo y sin resignación
mentirse sin tregua y de pie
mentirse que los amigos no van a cambiar con el mundo
que ella va a seguir siendo ella aunque cambie
que ella va a venir, que él va a contestar, que ellos van a recordarnos
que la verdad puede robarle la lapicera al poder
que la palabra viva va a rasquetear el sarro de la letra muerta
que nuestra sangre será palabra y no manchones al pié de página
que alguna vez la justicia divina va a subir las escalinatas de los tribunales
que podremos salvar algunos capullos del volcán
que los ángeles van a afinar el oído.

Hay que mentirse
porque nos volvemos astutos
pero no astutos como el trigo
que ofrece su corazón de harina para poder viajar de mano en mano
sino astutos como esos parásitos que crecen bajo sombras ajenas
prendidos a la inercia de los otros
como se sujetan las rémoras para pelearse por las sobras del tiburón
creemos que creer en el cáncer es creer
tarde aprendemos que la felicidad de las piedras no les sirve a los pájaros.

Por eso hay que mentirse, amigos,
hay que soñarse ola para dejar de ser espuma
cantar como si la palabra cayera siempre en buena tierra
extirpar de los espejos el aliento de la muerte
caminar los desiertos con un presentimiento de lluvia
ser padres del tiempo y no hijos del espacio.

La vida prefiere un corazón desangrado antes que un corazón sin sangre
porque es más verdadero haber sido fuego sin leña
que haber sido ceniza, sin mentira...y sin fuego.
                                                 GABRIEL GATICA  -  2 de octubre de 2002


LA OTRA LLUVIA

Hay  mendigos manoteando nubarrones de alcohol
Hay ancianos recogiendo quejas en pozos de reumatismo
Hay prostitutas tropezando entre andurriales de violencia
Hay charcos de humanidad fermentada
Hay agua aceitosa que no refleja las estrellas
Hay otra lluvia en la ciudad…

Hay tronar de tripas desde un horizonte de desazón
Hay rayos de droga astillando horcones de juventud
Hay húmedos desvelos sobre catres de fiebre
Hay techos de esperanza doblándose como cartón mojado
Hay brotes de poesía que no pueden echar raíces en el fango
Hay terrones de pureza deshaciéndose bajo el agua
Hay otra lluvia en la ciudad…

Un desocupado divisa nubes oscuras
acumulándose sobre la frente de sus hijos.
Un niña arma muñecos con barro y chapitas
si no fuera porque tiene escobas de jarilla
les pondría cabellos de paja.
Un niño pone una lata bajo una gotera
y se regala así su primer tamborcito de guerra:
a estos angelitos les chorrean sus alas de tetra brik
bajo esta otra lluvia.

Alguien escribe con sus pasos embarrados
la página de policiales que pudrirá la lluvia
Hay un enamorado mirando volverse lacias sus ilusiones:
no le alcanza el bolsillo para cobijar el corazón de su amada.
Alguien escucha gotear el resentimiento entre las chapas:
el nylon cubre la cabeza pero no el recuerdo de las lluvias.

¡ Cuanto granizo soportan estas telas de araña !
Mientras la burocracia tapa de basura los desagües de la vida
sobre la espalda de los ruegos caen ventiscas de indiferencia.

Llueve.
Llueve en todas partes
y puede llover mucho para cualquiera
pero a ras del suelo llueve más…
                                                             GABRIEL GATICA  14 de abril de 2000


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