1863 - Nace en Nonogasta (provincia de La Rioja)
el jurisconsulto, legislador, político y escritor Joaquín V. González, autor de
"La tradición nacional", "Mis montañas", "Fábulas
nativas", "Educación y gobierno", "Política
espiritual", etc. Falleció en Buenos Aires el 21 de diciembre de 1923. Se
conserva su casa de descanso riojana, a la que llamó "Samay Huasi".
Joaquín V. González
Ensayista, narrador, político,
educador y jurista. Esta es la sintética definición de quien fuera considerado
uno de los últimos exponentes de la llamada Generación del ‘80 del siglo XIX,
pero además uno de los representantes más consecuentes de la línea “reformista”
del régimen oligárquico, en la etapa de los conflictos sociales y las
insurrecciones políticas durante los años del cambio de siglo.
Joaquín Víctor González nació en
Nonogasta, pequeño pueblito de Chilecito, en La Rioja, el 6 de marzo de 1863.
Se podría decir que lo suyo fue intenso y breve. En la vida política y social
tuvo una distinguida participación, arrancando y también terminando muy pronto.
Luego de estudiar en el tradicional colegio Monserrat de Córdoba, a los 18 años
se inició en el periodismo, a los 23 era doctor en jurisprudencia y diputado
nacional, y a los 26 ya había sido electo gobernador de La Rioja. En 1887
participó de la comisión de reforma constitucional y de la redacción de la
constitución provincial. Mientras tanto, ya se desempeñaba como profesor de
historia, geografía y francés.
Con posterioridad, pasó a
desempeñarse en cargos educativos de jerarquía nacional y, ya desde 1901, se
hizo lugar en diferentes gabinetes nacionales. Con los presidentes Julio A.
Roca, Manuel Quintana y José Figueroa Alcorta se desempeñó como ministro de
Interior, Relaciones Exteriores y Culto y Justicia e Instrucción Pública. En
esta instancia, impulsó la reforma electoral de 1902, que permitió la elección
de diputados socialistas.
En 1904, impulsó una ley del
trabajo, radicalmente novedosa, que fue rechazada tanto por las patronales como
por el movimiento obrero. En aquellos años, además, fundó el instituto
pedagógico que ahora lleva su nombre (entonces, Instituto Nacional del
Profesorado Secundario) y fue uno de los organizadores y primer rector de la
Universidad de La Plata.
Su primer gran trabajo escrito
fue La tradición nacional (1888), un puntilloso análisis del país desde una
perspectiva positivista, muy propia de la época del “orden y progreso”. Le
siguieron unos cincuenta textos de reflexiones históricas y filosóficas, que
componen toda su obra, entre los que se destacaron Mis Montañas (1893),
Educación y gobierno (1905), El juicio del siglo (de 1913) y Patria y
Democracia (1920).
En diciembre de 1923, falleció, a
la edad de 60 años mientras se desempeñaba como senador nacional.
Dijo: " No reclamare ni
aceptare honores que no merezca. Soy un siervo de mi deber como hombre privado
y como funcionario público, y ya no es lícito pedir a nuestra provincia lo que
no puede darnos, creedme que solo exigiré a mi pueblo me conserve en su
memoria, como un servidor desinteresado y humilde, que sólo busca en la vida
pública la felicidad y la gloria de su patria, y para sí mismo la apacible
aureola de un hombre honrado".
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