BIENVENIDOS

Este blog ha sido creado con el objeto de brindar información de interés cultural y agenda de las actividades programadas por esta Dirección.

viernes, 10 de marzo de 2017

EFEMPERIDES RIOJANAS DEL 10 DE MARZO

1859 - Por ley número 72 la legislatura aprueba la compra de una imprenta para la provincia, acordando además un crédito de 1.200 pesos al presupuesto vigente para cubrir los gastos que demande la redacción y edición del periódico “La Patria”. El gobierno nacional supo comprender la sentida necesidad que tenía La Rioja de una imprenta, al subsidiar su compra y conceder más dinero a los fines de su puesta en marcha. Por primera vez La Rioja contó con una imprenta de segunda mano pues la misma había sido comprada en San Juan. Los primeros tiempos del periodismo riojano motivaron algunas cuestiones realmente jocosas y periodista director y demás actividades que dirigió el periódico “La Patria” era no solamente su redactor sino su impresor y distribuidor y cuenta las crónicas que una vez distribuido el mismo salía a averiguar entre sus lectores lo que le había parecido lo escrito en el periódico de esa época. Habló largo y tendido hasta principios de siglo el escritor chepeño Luis Fernández Zarate al escribir una obra del el periodismo riojano de estos primeros 50 años que nunca fue publicada. En determinada época el propio director de un periódico debió huir de la provincia pues fue perseguido por el gobierno por comentarios que estimó no eran pertinentes.  El primer periodista al que se puede denominar como tal que dirigió el periódico “La Patria” fue Ramón Rosa Bravo.

1860 - El gobierno provisorio convoca a elecciones para elegir diputados departamentales. Como una muestra de la importancia que tenían en ese entonces departamentos que luego perderían la misma y una expresión de la distribución demográfica de los riojanos, los representantes a elegir eran: En capital, un propietario y un doblante o suplente; Famatina: dos propietarios y un suplente; Arauco, un propietario y un suplente; Vinchina, un propietario y un suplente; Guandacol, un propietario y un suplente; Costa Baja de los Llanos, dos propietarios y dos suplentes; Costa Alta de los Llanos, un propietario y un suplente. Esta distribución en la legislatura señala (y seguiría siendo así durante mucho tiempo) que el meridiano poblacional de La Rioja no pasaba por su capital sino por el oeste riojano y que departamentos que hoy son de escasa población tenían por aquel entonces un peso significativo. Y esto es fundamentalmente no solamente por la actividad minera que era intensa, (no debemos olvidar que el gremio de mineros del Famatina con cerca de 300 integrantes y un diputado de minas que los representaba puede ser considerado el primer gremio existente en el país), sino por el intenso tráfico de ganado hacia Chile pues el comercio de la provincia era con ese país más que con Buenos Aires o provincias vecinas, ese importante tráfico comercial y de bienes de todo tipo duró en gran parte hasta la llegada del ferrocarril en 1898 a Chilecito cuando la provincia cambió la orientación de su comercio haciéndolo hacia el puerto. Por los pasos cordilleranos tanto de La Rioja como de Catamarca entraba toda clase de productos: trajes, ropa en general, tejidos, artículos de lujo, pianos y todo lo imaginable. Además en Famatina se cultivaba alfalfa, para el ganado en transito y trigo en cantidad que hacía por ese entonces de la provincia una productora de trigo para cubrir sus necesidades y las de otras provincias. 

1858 - El gobernador Bustos informa a la legislatura el cumplimiento de una disposición del Gobierno Nacional sobre integración del contingente riojano. “En cumplimiento de dicha superior resolución –dice el gobernador–, he tomado de los departamentos de Famatina y Arauco, los hombres que por su juventud, robustez y estado de soltura llenaban las condiciones de las órdenes del Gobierno Nacional para los soldados del contingente, sin gravar en nada a la Provincia, pues que todos los gastos son de cuenta del Gobierno Federal. Se han tomado todas las medidas necesarias hasta poner en marcha 63 hombres completamente uniformados. Se han pagado a plata y por su justo valor todos los recursos tomados y los servicios exigidos a los ciudadanos”. Por ese entonces el gobierno nacional presidido por Urquiza carecía en realidad de suficientes recursos pero ello no obstante movilizaba a las provincias de la Confederación para seguir enfrentando a Buenos Aires. Cepeda y luego la batalla de Pavón marcaría el final de esta primera década de la nación ya constituida desde 1853.              

No hay comentarios:

Publicar un comentario