El 8 de noviembre
de 2007 la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió observar el 15 de
septiembre de cada año como el Día Internacional de la Democracia, una fecha
para conocer e impulsar los procesos democráticos en el mundo.
La democracia ha
sido fundamental para la ONU desde su concepción en la Declaración Universal de
Derechos Humanos que fue aprobada por la Asamblea General en 1948, donde se
consideraba plenamente un concepto de democracia para aplicar en todos los
Estados miembros al declarar que “la voluntad del pueblo será la base de la
autoridad del Gobierno”.
Con esta
declaración la Organización no busca promover un modelo específico de gobierno,
sino que le da libertad a las naciones para que formen su propio sistema
–siempre democrático- que se fundamente en mayor participación, igualdad,
seguridad y desarrollo humano.
Bajo esos cuatro
valores es que la ONU observa desde 2008 el Día Internacional de la Democracia,
relacionando el concepto de democracia con los objetivos del milenio, la paz,
la educación, la participación de los jóvenes y las voces de la sociedad.
Con cada temática
se busca que la sociedad civil se involucre en la formación de un modelo
democrático actual adaptado a los retos sociales, en los que los ciudadanos
cada día demandan mayores respuestas de sus gobiernos y ejercen sus derechos a
través del voto y sus sistemas electorales, elementos fundamentales de una
democracia.
DEMOCRACIA 2016
En septiembre de
2015, los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible Documento PDF un plan que persigue el logro de un
futuro mejor para todos y traza el camino a seguir en los próximos 15 años para
poner fin a la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad y la injusticia y
proteger nuestro planeta. El tema principal de la Agenda son los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, que instan a la movilización de esfuerzos para poner fin
a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el
cambio climático garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás.
Los nuevos
objetivos son el resultado de un proceso que ha sido más inclusivo que nunca,
en el que los Gobiernos han hecho partícipes a las empresas, la sociedad civil
y los ciudadanos desde el principio. Ahora, la tarea de cumplir y supervisar
los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere que los Estados trabajen en
estrecha colaboración con la sociedad civil. Los parlamentos, en particular,
desempeñan un papel fundamental para traducir la nueva agenda de desarrollo
sostenible en medidas concretas mediante la aprobación de legislación, la
asignación de presupuestos y la exigencia de responsabilidades a los Gobiernos.
Durante su
intervención en la Cuarta Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos
organizada por la Unión Interparlamentaria, el Secretario General Ban Ki-moon
encomió a los parlamentarios del mundo
Disponible en inglés por el valioso papel que desempeñaron en la
configuración del nuevo marco. También subrayó que la contribución de los
parlamentarios a la aplicación de la Agenda 2030 será igualmente crucial: “Los
ciudadanos acudirán a ustedes para que exijan cuentas a sus Gobiernos en
relación con el logro de los objetivos, y para que redacten las leyes e
inviertan en los programas que los hagan realidad”, dijo, y observó que los
principios democráticos constituyen el «hilo conductor» de todo el documento.
El Objetivo de
Desarrollo Sostenible 16hace referencia a la democracia al pedir sociedades e
instituciones inclusivas y participativas. Aspira a «promover sociedades
pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la
justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e
inclusivas que rindan cuentas».
Este Objetivo es a
la vez un fin en sí mismo y un elemento fundamental para lograr el desarrollo
sostenible en todos los países. Muchos analistas lo han considerado como el
objetivo transformador y la clave para hacer posible el logro de la Agenda.
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