Un aporte para la construcción cultural y social desde
la Dirección de Extensión Cultural de la Función Legislativa a los 30 Años de
la Recuperación de la Democracia.
A la pequeña
democracia ya se la siente y ocupa su espacio, se la puede respirar con la
maleta cargada de años de desencuentros.
Argentina, tus brazos
prolongándose en esta democracia con nuevos jóvenes, destrozándose y
destrozando.
Cuanta pena nos
dejaron las dictaduras. “Las manos quietas, vencidas, un rastrojo el corazón y
un sin querer a la vida.”
Hombres y mujeres
riojanos, la sed de libertad y federalismo esta guardada en las cenizas de la
geografía por las que cabalgaron los montoneros, con los ideales que
enarbolaron los caudillos.
Los soles que van con
ansiedad nos hacen sentir que lo que soñamos tiempo atrás, no los tomaron los
telares de la vida. No se presentan con fuerza y frecuencia en el hombre de hoy
la búsqueda de la solidaridad, la amistad, la alegría y el esfuerzo.
Se siente que
desplegó sus alas de la deshonestidad. Ejemplos sobran, pero nos preguntamos
¿cuándo rescataremos lo destituido, la tierra, la igualdad, los niños, para que
no caigan sin conocer sus estrellas?.
Democracia en forma
pura, es donde el pueblo encuentra las posibilidades de ser protagonista en la
conducción del gobierno. La democracia nuestra es pequeña, pero ya está
cambiando el equipaje de su maleta.
La democracia se fue
por los senderos de La Rioja a buscar con empeño el latido del federalismo.
Removió las cenizas que ellos protegían. Encontró solo una pequeña brasita que
cuida con empeño. Se frotó las manos, el rostro y el corazón; sintió las
caricias del sol, del viento, del agua. Encendió una fogata. De pronto, la
razón del Ser revivió de un racimo de esperanzas, una cinta roja punzó. Hoy
podemos hablar de federalismo y recordar con respeto a Don Angel Vicente
Peñaloza, “El Chacho”, y su mandato “Nadie es más que nadie”.
La democracia sigue
creciendo. Falta tiempo para restañar
tantas heridas y corregir tanto mal, pero es el único camino para
alcanzar la fraternidad y una buena calidad de convivencia.
Los que sabemos de
los silencios carcelarios, de la soledad, entendemos el mandato del Chacho:
Todo hombre es mi hermano, todos estamos llamados a cuidar, venerar la vida. Lo
que solo podemos lograr en democracia.
La vida es bella. No
la destruyamos. Abrasémosla con ternura, entusiasmo, esfuerzo, confianza.
Recuperemos los telares del alma para tejer días, enamorados de la paz, de la
vida y la democracia.
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