Mediante la ley N° 7.644, del año
2004, se instituyó el Día Provincial de Detección Precoz de Cáncer de Cuello
Uterino, que entre su articulado establece que se autorice al personal femenino
de la Administración Pública provincial, a ausentarse de sus tareas cotidianas
un día por año calendario, con la finalidad de realizarse los estudios de
detección precoz de la enfermedad y que a través del Ministerio de Salud se
organizarán campañas destinadas a una mayor concientización en la población
femenina de la importancia de la realización de los controles periódicos para
la detección precoz.
Si bien desde el 2011, el
Ministerio de Salud de la Nación, incluyó en el calendario anual de
inmunizaciones la vacunación universal a las niñas de 11 años contra el virus
papiloma humano (VPH), para la prevención de la infección persistente, lesiones
cervicales premalignas y cáncer de cuello de útero causados por los principales
tipos oncogénicos del VPH, la recomendación sanitaria también sigue siendo que
toda mujer entre los 25 y 64 años visite al ginecólogo periódicamente y se
realice el test del Papanicolaou para poder detectar precozmente y poder tratar
el cáncer de cuello útero.
IMPORTANCIA DEL PAP
Hasta el momento, la prevención
del cáncer de cuello uterino se ha basado en la citología convencional (prueba
del PAP). En los últimos años, la comprobación de la relación causal entre el
virus del papiloma humano y el cáncer de cuello uterino ha permitido el
desarrollo de nuevas tecnologías para la prevención del cáncer de cuello de
útero, como la vacuna contra el VPH y el Test de VPH (técnica de biología
molecular para el tamizaje que se está implementando Jujuy).
El Programa Nacional recomienda
que las mujeres a partir de los 25 años, y especialmente entre 35 y 64 años, se
realicen un PAP periódicamente. Asimismo las mujeres mayores de 64 años que
nunca se hayan hecho un PAP también deben hacerlo. Si durante dos años seguidos
el PAP dio negativo, se recomienda hacer un PAP cada tres años para poder
detectar la presencia de cualquier lesión en el cuello uterino, y tratarla si
es necesario.
COBERTURA “MEDIA”
A partir del informe de
evaluación a medio término de la implementación del Plan Operativo para la
Reducción de la Mortalidad Materno Infantil, de la Mujer y de la Adolescente en
Argentina, 2009-2011, entre cuyos objetivos también persigue la disminución de
la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico-uterino, cuya área de estudio
abarcó las jurisdicciones adheridas al Plan: Chaco, Misiones, Formosa, Jujuy,
Entre Ríos, La Rioja, Santiago del Estero y conurbano de la Provincia de Buenos
Aires, se indagó en la cobertura de PAP en la población objetivo (mujeres de 35
a 64 años) de las provincias adheridas al plan.
El informe fue publicado a fines
del año pasado y señala a la provincia de Misiones como una de las más bajas en
cobertura de PAP con el 21 por ciento, seguida de Chaco y Entre Ríos con el
24,3 por ciento. En tanto La Rioja figura con una cobertura media de la
población objetivo, con el 45 por ciento, Formosa con el 34 por ciento, siendo
que Jujuy registra la cobertura más alta de PAP, con el 81,3 por ciento.
Asimismo, se expuso la necesidad
de proveer de insumos a los servicios de ginecología, proveer de un móvil para
traslado en zonas rurales, socializar la estructura de la red de citología
provincial, capacitar enfermeras, obstétricas y médicos generalistas en la toma
de PAP, la creación de un consultorio de demanda espontánea en el hospital Vera
Barros, entre otras acciones, destinadas a disminuir la incidencia y mortalidad
por cáncer de cuello uterino.
VIRUS RESPONSABLE La infección por el VPH es la causa principal del cáncer de cuello de útero. Se trata de una familia de virus que pueden afectar la zona genital-anal de las personas. Existen alrededor de 40 tipos diferentes que pueden dividirse en dos grandes grupos: Los VPH denominados “de bajo riesgo oncogénico”, que generalmente se asocian a las lesiones benignas, como las verrugas y las lesiones de bajo grado y los VPH denominados “de alto riesgo oncogénico”, que son alrededor de 14. Estos tipos de VPH pueden llegar a provocar la alteración de las células generando lesiones precancerosas, que con el tiempo pueden evolucionar y convertirse en un cáncer.
Por ello se recomiendan controles
periódicos y el PAP, para que exista la posibilidad de desarrollar cáncer de
cuello de útero. Únicamente en el caso de que la infección por VPH persista
durante muchos años (de 5 a 10 años) sin ningún tipo de tratamiento, los VPH de
alto riesgo oncogénico pueden llegar a causar lesiones precancerosas en el
cuello del útero de la mujer, que luego pueden evolucionar en un cáncer.
El VPH se transmite por contacto
sexual. Es un virus de muy fácil transmisión, y por lo tanto es muy común.
Además, el virus puede permanecer “silencioso” o “latente” durante muchos años
antes de que se detecte. Esto significa que una persona puede haberse infectado
con el virus muchos años antes de ser diagnosticado. El uso de preservativo
está recomendada como medida eficaz para evitar su contagio como el resto de
las infecciones de transmisión sexual
Otros factores de riesgo
relacionados al cáncer de cuello de útero son: Tabaquismo, que las mujeres
infectadas con VPH, el fumar aumenta levemente el riesgo de padecer cáncer de
cuello de útero, sistema inmunitario debilitado, el uso de píldoras
anticonceptivas durante mucho tiempo y tener muchos hijos, ya que estudios
sugieren que tener más de cinco hijos puede elevar el riesgo de cáncer en las
mujeres con infección por VPH.
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