1592 - En ese día y el siguiente
Ramírez de Velasco salió en persona con 20 soldados en busca de un socavón del
que tenía noticia abierto en un cerro. En ambos casos –comenta Efraín de la
Fuente– los resultados fueron halagadores; el primer día regresaron al
alojamiento trayendo “ciertas piedras de metal” y el segundo “se trajo un
caballo cargado de metal sacado del cerro Famatina para hacer los experimentos
químicos sobre ello”. Las referencias al Potosí muestran que Ramírez de Velasco
y sus compañeros estaban seguros encontrarse ante un yacimiento tanto o más
importante que aquel, algo que el tiempo y muchas frustraciones mostrarían que
no era así. Pero en esos días el oro, la plata, el azogue, hacían relumbrar los
ojos codiciosos de los españoles…
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