1871- De acuerdo a lo dispuesto
por la Nación el gobierno provincial nombró una comisión central integrada por
Alberto Deslandres y el padre Fray Laurencio Torres para promover en el
departamento capital una suscripción voluntaria con el objeto de fundar en él
una biblioteca popular. Designó, además, encargados en los once departamentos
restantes de levantar suscripciones con el propósito de fundar bibliotecas
populares en todos los departamentos. Se reunían los fondos obtenidos, se
centraba todo en la comisión central y se enviaba el dinero a Buenos Aires
donde se adquirían los libros para ser enviados a los distintos departamentos.
La idea muy buena. El éxito final muy malo. Recordemos que 20 años después el
propio Joaquín V. González reconocería el fracaso personal cuando fundó la
Biblioteca Mariano Moreno. Poniendo él sus propios libros en la Biblioteca
pensando quizá que el ejemplo cuajaría. Pero la inquietud estaba planteada y
así tiempo después se hizo realidad el sueño de González y a partir de entonces
la Biblioteca Mariano Moreno ha sido sin duda uno de los principales centros de
cultura de La Rioja donde hablaron intelectuales de todo el país y de La Rioja.
Hoy es obligado punto de referencia cuando de cultura y de libros se habla.
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