Ubicación:
Los testimonios arqueológicos los ubican en toda Catamarca y en vastas regiones de Jujuy,Salta,Tucumán,La Rioja,San Juan y Santiago del Estero. Calchaquíes es el nombre que recién les es dado en el siglo XVII, era epónimo del curaca o cacique que provocó el "Gran Alzamiento"(1560-1563): Juan Calchaquí.
Un poco de historia...Los españoles comenzaron a llegar desde Perú, a partir de 1550 buscando asegurar la comunicación con los Andes centrales. La cultura diaguita que era guerrera, opuso una feroz resistencia en la que participó la comunidad entera. Las "Guerras Calchaquíes" se extendieron por más de un siglo.
Los testimonios arqueológicos los ubican en toda Catamarca y en vastas regiones de Jujuy,Salta,Tucumán,La Rioja,San Juan y Santiago del Estero. Calchaquíes es el nombre que recién les es dado en el siglo XVII, era epónimo del curaca o cacique que provocó el "Gran Alzamiento"(1560-1563): Juan Calchaquí.
Un poco de historia...Los españoles comenzaron a llegar desde Perú, a partir de 1550 buscando asegurar la comunicación con los Andes centrales. La cultura diaguita que era guerrera, opuso una feroz resistencia en la que participó la comunidad entera. Las "Guerras Calchaquíes" se extendieron por más de un siglo.
El pueblo diaguita
Con el aporte de la arqueología se ha podido determinar que
hacia el 1300 D.C. los diaguitas constituían una sociedad agro-alfarera, con
una forma de vida sedentaria que vivían principalmente de la agricultura y la
ganadería.
Los diaguitas desarrollaron la cerámica con gran maestría.
Confeccionaron dos clases de cerámica: una sencilla y sin
decorado, destinada al uso doméstico y otra decorada con trazos y signos
geométricos en rojo, negro y blanco, utilizada en determinadas ocasiones.
Además fabricaban adornos de plata y cobre.
Los diaguitas habitaban dos tipos de aldeas según fuera
tiempo de paz o de guerra.
En tiempo de paz las aldeas estaban formadas por viviendas
fabricadas con material ligero de origen vegetal.
En un caso, se especifica que
las casas se concentraban en un espacio reducido. Entre las casas de estos pueblos se destacaba
la "ramada o casa grande" del jefe, probablemente vinculada a sus
necesidades ceremoniales o a sus hábitos poligénicos. Otra estructura que se
debió destacar en la aldea o en su proximidad era la casa o especie de
santuario del chaman o sacerdote del valle. En tiempos de guerra, los diaguitas
habitaban aldeas fortificadas o Pucará, ubicados en sitios elevados,
En un caso, se especifica que las casas se concentraban en un espacio reducido. Entre las casas de estos pueblos se destacaba la "ramada o casa grande" del jefe, probablemente vinculada a sus necesidades ceremoniales o a sus hábitos poligénicos. Otra estructura que se debió destacar en la aldea o en su proximidad era la casa o especie de santuario del chaman o sacerdote del valle. En tiempos de guerra, los diaguitas habitaban aldeas fortificadas o Pucará, ubicados en sitios elevados,
de difícil acceso, fáciles de defender y apropiados para
arrojar proyectiles desde lo alto a los atacantes. Eran construidos con
murallas de piedras y en algunos casos se describen entradas de madera y
estacadas o palenques.
Los diaguitas fueron sedentarios. Por el carácter de su
economía, tendieron a concentrarse en los valles donde practicaban la
agricultura, la caza, el pastoreo y la pesca.
A la llegada de los
españoles en el siglo XVI, desarrollaban una agricultura bastante avanzada pues
empleaban técnicas como el riego y el cultivo en terrazas.
En éstas sembraban
maíz, papa, quínoa, algodón y zapallo. Todos estos cultivos eran de alto
rendimiento. Otra de las actividades que realizaban era el pastoreo de rebaños
de llama que habían logrado desarrollar con la domesticación de este animal.
El
pastoreo de ganado auquénido, fue una tarea paralela que consumía parte del
tiempo de familia. Casi todo el año, los animales eran alimentados en los
pastizales cercanos a los valles. Pero al acercarse el verano, los rebaños eran
trasladados hasta los ricos pastos cordilleranos. Esta actividad se
complementaba con la caza del guanaco.
Los diaguitas también practicaron el comercio con los
pueblos de la costa del lado chileno, de los cuales obtenían pescados,
mariscos, conchas, plumas de aves, cuero de lobo de mar, etc. Por su parte,
mantenían comercio con los pueblos del interior que les proporcionaban:
metales, sal, coca, y algunos alimentos vegetales.
La dieta alimenticia
de los diaguitas estaba constituida por los cultivos de maíz, frijoles, papas,
porotos, zapallos y quínoa. Además de lo anterior, se complementaba con
semillas y frutos silvestres del algarrobo, chañar y cactus ( tuna ) . También
fabricaban chicha de molle y del algarrobo. Complementaban la dieta con la caza
de aves y roedores, más la crianza de llamas y guanacos y el intercambio con la
costa, que proporcionaba el pescado y los mariscos.
Como medio de transporte para recorrer las rutas que unían
la costa con los pueblos del interior, los diaguitas utilizaban la llama.
En éstas sembraban maíz, papa, quínoa, algodón y zapallo. Todos estos cultivos eran de alto rendimiento. Otra de las actividades que realizaban era el pastoreo de rebaños de llama que habían logrado desarrollar con la domesticación de este animal.
El pastoreo de ganado auquénido, fue una tarea paralela que consumía parte del tiempo de familia. Casi todo el año, los animales eran alimentados en los pastizales cercanos a los valles. Pero al acercarse el verano, los rebaños eran trasladados hasta los ricos pastos cordilleranos. Esta actividad se complementaba con la caza del guanaco.
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