01 de setiembre de 1810
El cabildo de La Rioja
envía una cautelosa nota de adhesión a la Primera Junta porteña en la que dice
“que estando por otra parte cierta del sabio sistema que Vuestra Excelencia ha
jurado conservar ilesos los derechos de nuestro bien amado rey don Fernando
Séptimo y sus legítimos sucesores”, le expresa del júbilo habido en la reunión
de los notables de la ciudad y manifiesta su adhesión a la Junta. Y le solicita
le envíe las órdenes que estime conveniente. Los cabildantes riojanos mostraron
no solo precaución en su adhesión sino que la misma ni era fervorosa ni mucho
menos.
Ninguno, por otra
parte, de los cabildantes de esa época figurarían tiempo después entre los
patriotas indiscutidos.
Eran españoles, o
criollos simpatizantes de las autoridades monárquicas. Y les costó trabajo
aspirar los nuevos aires revolucionarios.
02 de setiembre de 1873
Quien piense que la
Legislatura riojana aceptó siempre a pie juntillas lo que proponía el Ejecutivo
se equivoca. En esta fecha la legislatura riojana, decretaba “no prestar su
acuerdo al Poder Ejecutivo para el nombramiento de comandantes en los departamentos”.
Y alegaba: “La perpetuación de los comandantes propuestos no sólo contraría los
propósitos de la ley sancionada, sino que entraña el peligro de centralización
de facultades peligrosas a las libertades públicas y porque esto importa la
negación de derechos consagrados a la comunidad de ciudadanos en la democracia
representativa”. No eran como vemos muy adulones o complacientes los
legisladores riojanos de hace 140 años. En el “Bosquejo histórico de la
legislatura riojana” podemos ver que si bien la legislatura acompañó casi
siempre de manera complaciente lo que quería el ejecutivo también hubo otras en
las que los legisladores, existiendo siempre o ninguna o muy poca oposición,
fue escenario de acalorados debates e incluso en alguna sesión llegaron los
mismos a esgrimir armas de fuego pero lo normal es que la legislatura ha sido
uno de los poderes más débiles a la hora de oponerse a lo que pretende el
mandamás de turno.
12 de setiembre de 1856
La legislatura da
sanción a un proyecto del Ejecutivo para la Administración de Justicia en La
Rioja. La ley Nº 36 legisló sobre que el Poder Judicial sería desempeñado por
una Cámara de Justicia establecida en la Capital compuesta de un presidente,
dos vocales, un fiscal y un escribano. En el capítulo II se hablaba de las
atribuciones de la Suprema Cámara de Justicia; el capítulo III, sobre las
atribuciones de los jueces de lera. Instancia; el IV, legisló sobre
atribuciones de los jueces de paz; el V, sobre atribuciones de los Jueces
Pedaneos con un total de 92 artículos.
Tiempo de códigos y de
una justicia que se afianzaba.
Fallece el doctor
Diego Catalán, nacido en Chilecito en 1856 y quizás el médico más famoso y
querido que tuvo La Rioja.
Fue uno de los
primeros egresados en Córdoba de la Facultad de Medicina y a pesar de los
muchos ofrecimientos para ejercer la docencia universitaria en Córdoba, decidió
desempeñar su profesión en su provincia. Sus servicios los prestaba en general
de manera gratuita recorriendo de manera incansable no solo la capital sino la
provincia, llevando alivio a sus enfermos. Era el prototipo del “médico a
caballo”. Fue propulsor y director durante casi 40 años del Hospital San
Vicente de Paul, siendo también fruto de sus conocimientos los primeros trabajos
escritos sobre medicina en La Rioja. Enrique Vera Barros en su “Historia de la
medicina de La Rioja” señala que “toda su vida estuvo dedicada a la atención
médica de las clases sociales más necesitadas”.
16 de setiembre de 1874
Por ley número 255 se
le otorgaba a José Barros Quintero nuevo privilegio exclusivo de 10 años para
la fabricación de ladrillos refractarios en La Rioja destinados para hornos de
fundición. Para gozar de ese privilegio antes del año y medio debía poner en
marcha su proyecto. Esta ley era similar a otras concediendo privilegios para
fabricar ciertos productos y marcar una línea de apoyo jurídico para los que
invirtieran en la concreción de proyectos industriales con materias de la zona.
La Riojana, empresa instalada en la cuarta década de este siglo, pudo
instalarse por un proyecto similar y el apoyo brindado por el estado, empresa
que produjo ladrillos refractarios. Los legisladores que en 1874 alentaban el
proyecto de Barros Quintero.
16 de setiembre de 1870
El gobierno provincial
pone en funcionamiento la Escuela Superior Nacional de Niñas en la capital,
mediante autorización del gobierno de la Nación, haciéndolo sobre la base de la
Escuela Primaria Nacional de Niñas ya existente.
Crea las plazas de una
directora, subdirectora, maestra, portera y asigna sueldos de importancia para
la época: 100, 100, 60, 45 y 8 respectivamente. Y nombra subdirectora a
Mercedes Quiroga de Vera, maestra a Leonor Mota de Herrera y ayudanta a María
Godoy de Mercado. Con esta escuela el gobierno completaba su vasto plan de
educación popular. En toda la historia de la educación popular en La Rioja fue
éste el que más hizo por elevar el nivel de los educandos riojanos. Y lo más
interesante fue que muchas educadoras fueron riojanas.
16 de setiembre de
1864
El ministro del
Interior Guillermo Rawson comunica al gobernador Campos la firma de un contrato
entre ese ministerio y don Raúl Legout para la construcción de un camino
carretero desde Cruz del Eje a los Llanos del Chañar (La Rioja). El camino
tendría 10 varas de ancho, siguiendo en su traza la línea más recta. Legout
cobraría 200 pesos plata boliviana por cada legua de camino, comprometiéndose
el empresario a construir cada 3 o 4 leguas un pozo de balde, cobrando por los
mismos hasta 60 metros de profundidad, 40 pesos bolivianos. Si no encontrara
agua el gobierno pagaría la mitad. La obra sería construida en 3 meses a partir
del 01 de octubre, siendo preferido Legout si su trabajo fuera satisfactorio en
la continuación de dicho camino hasta La Rioja. El gobierno pagaría 2000 pesos
plata boliviana al comienzo. La primera iniciativa de construir un camino entre
La Rioja-Córdoba se debió a Facundo Quiroga que en el año 1823 ordenó a su
lugarteniente el Zarco Brizuela realizar esa obra para permitir la llegada a La
Rioja de las máquinas compradas en Inglaterra pero la fabricación de moneda con
objeto de su traslado a La Rioja. El costo de la obra fue de $3000 pesos de la
época.
Nace en Famatina,
Héctor Antonio Barrionuevo, prestigioso historiador y educador riojano de
singular significación en la actividad cultural. Profesor de Historia, título
otorgado por la Universidad de Buenos Aires, realizará en La Rioja una larga
tarea docente en los principales establecimientos del medio, pero será en su
labor de investigador de la historia donde destaca. Miembro de la Junta de
Historia y Letras de La Rioja a él se debe exhaustiva documentación sobre Pozo
de Vargas, sobre Rosario Vera Peñaloza y sobre la autonomía riojana. Uno de sus
libros más conocidos fue “Clases de Historia de La Rioja”. Dejó mucha obra
inédita que fragmentariamente dio a conocer en la valiosa colección de la
revista de la Junta de Historia.
Fue, sin duda, uno de
lo más importantes historiadores riojanos. Falleció el 27 de diciembre de 1973.
17 de setiembre de
1878
Nace Fray Bernardino
Gómez en Los Reales cerca de Cruz del Eje. Estudió en Córdoba y recibió las
sagradas órdenes en 1904, realizando a partir de ese año una intensa labor
misionera docente en Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y finalmente en La
Rioja, donde llega en 1919 por razones de salud. Su incansable labor de
virtuoso fraile franciscano la expresa en obras tales como el templo y templete
de Las Padercitas que por un error del Padre Gómez creyó que las ruinas hoy
protegidas por esa obra eran donde había vivido San Francisco Solano en 1593
predicando a los indios. En la misma época que se construía el tal templete se
dio a conocer un estudio que establecía que las ruinas allí ubicadas eran los
restos en relativo estado de conservación de uno de los cuatro fuertes que
mandó construir el general Jerónimo Luis de Cabrera (nieto del fundador de
Córdoba) para preservar a la ciudad de La Rioja del alzamiento indígena
ocurrido con motivo de las Guerras Calchaquíes. Esta equivocación no obstante
constituyó un acierto pues sí se preservaron las ruinas de algo históricamente
muy importante. Y a su entusiasmo se debe en parte la anual peregrinación del
segundo domingo de agosto con la imagen del Santo Solano, en una de las más
significativas muestras de religiosidad popular. Obras suyas fueron: el
edificio del Colegio Franciscano, la banda infantil, el templete donde se
guarda el naranjo histórico, el museo Inca-Huasi, fruto de su incansable
búsqueda de restos indígenas que logró recoger en cerca de unas 10.000 piezas,
algunas de singular valor e importancia, siendo apoyado en esta tarea por el
gobernador riojano Héctor de la Fuente. Si bien no se ajustó a las técnicas
científicas en la búsqueda arqueológica muchas de esas piezas figuran en
publicaciones de alto nivel publicadas especialmente por la Academia Nacional
de la Historia en ediciones bilingües, lo que hace del repositorio del Museo
Inca Huasi uno de los más importantes del país y de América Latina. Fue miembro
fundador de la Junta de Historia y Letras de La Rioja. Sacerdote virtuoso y
laborioso. Falleció el 28 de julio de 1961.
20 de setiembre de
1864
El presidente interino
de la comisión de instrucción primaria Hermenegildo Jaramillo comunica que en
la fecha se había instalado la escuela de mujeres de la capital “con la
regularidad que lo han permitido los pocos fondos de que se ha podido disponer
para aquel plausible objeto”, recordando al gobierno, “que las dos escuelas de
varones y niñas, carecen totalmente de los útiles más indispensables, como ser
tinta, papel, pizarras y los textos para la enseñanza”.
Jaramillo solicita se
reglamente quién y cómo se debe seleccionar a los niños para recibir la
enseñanza gratuita y quien debía hacer la correspondiente clasificación de
pobreza de los niños.
Francisca Coppari
escribió una historia muy completa sobre la enseñanza primaria en La Rioja que
muestra la inmensa labor que se desarrolló desde aquellos lejanos tiempos…
22 de setiembre de
1868
El gobernador interino
Nicolás Barros, al reasumir su cargo luego de la asonada del 18 de agosto por
parte de las fuerzas varelistas que lo obligaron a huir, dirige al general
Octaviano Navarro, subinspector encargado de la pacificación de la provincia,
una nota: “Me encuentro en esta ciudad en actitud de continuar en el desempeño
del cargo y al que tuve que abandonar por la presencia en esta de la montonera
encabezada por Elizondo. Desconociendo como desconozco todos los actos que
durante mi ausencia han dimanado de la montonera, que la motivaron, le aviso a
Usted a fin de que no les reconozca a las autoridades creadas por la rebelión
en otro carácter que de sediciosos y traidores a la patria”.
Las cosas volvían a la
normalidad mitrista. Estaba terminando la década del 60 y la provincia luego de
los reiterados fracasos de las fuerzas federales volvía a un estado de “paz
forzada” pero que muchos, derrotados o triunfadores deseaban fervientemente. Ya
La Rioja por esa época mostraba las lamentables consecuencias de haber sido
casi el centro exclusivo de los alzamientos federales, mereciendo por tal
actitud heroica el peor de los tratos por el gobierno nacional pudiéndose
observar ello en pérdidas de cosechas en el avance del desierto sobre sus
viñedos, en la muerte de centenares de labriegos, arrieros, y pueblo humilde
que habían seguido tanto las banderas de Peñaloza como las de Varela.
22 de setiembre de
1939
El entonces gobernador
de la provincia en nombre de La Rioja, Catamarca y provincias del noroeste
carecientes o pobres, en esa fecha envía una extensa carta a los senadores
riojanos Héctor González Iramain y Raúl Ceballos Reyes que es quizá uno de los
documentos más significativos de la historia provincial. Decía en la misma: “La
gravedad del problema económico de La Rioja, sin solución posible con los
medios y rentas de que ella puede disponer, me induce a dirigirme a Ustedes,
representantes constitucionales de la misma en el Senado de la Nación, para
pedirles quieran solicitar la indispensable colaboración, primero de estudio en
el Honorable Senado y luego de acción legislativa, que allí mismo se promovería
para resolverlo”.
El llamado del
gobernador riojano provocó la inmediata reacción del Senado Nacional que envió
una comisión compuesta por los senadores González Iramain, Alfredo Palacios y
Villafañe que recorrieron ambas provincias comprobando el estado de verdadera
pobreza y necesidades. De esta visita surgió una verdadera catarata de leyes
que beneficiaban a las mismas aplicadas a infraestructura hidráulica, usinas
hidroeléctricas, caminos, represas, etc. quedando algunas y llevadas a cabo y
otras que quedaron en el papel pero que sirvieron y mucho a que la nación
comenzara a interesarse más por estas provincias abandonadas. El informe que
suscribiría el senador Palacios publicado posteriormente como libro es un
documento cruel y veraz de la situación escandalosa en la que vivían los
pueblos de esta región: trabajos miserables, casi absoluta carencia de
infraestructura sanitaria, enfermedades endémicas como el paludismo, la
tuberculosis, etc, constituyen uno de los aportes más singulares a lo que
podríamos denominar “La literatura de la pobreza”.
24 de setiembre de
1885
Nace en Los Molinos
Dolores de la Vega, que fallece el 29 de setiembre de 1963. Dolores de la Vega
de Calderón fue alumna sobresaliente en la Escuela Normal Castro Barros. Fue
una suerte de símbolo. Pues sobresalir le significó ocupar muy pronto cargos de
responsabilidad en la docencia.
Directora de la
escuela Ortiz de Ocampo, fue llamada a integrar la planta fundadora de la
Escuela Normal Mixta en Reconquista, luego hizo lo mismo en Venado Tuerto para
desempeñar tareas docentes en Buenos Aires. En La Rioja a partir de 1948
ocuparía por dos periodos la presidencia del Consejo de Educación desde donde
promovió carreras agrícolas, la fundación de jardines pre-escolares, siguiendo
las enseñanzas de Rosarito Vera Peñaloza y muchas innovaciones en los sistemas
docentes. Contribuyó a la jubilación de los maestros. En todo proceso de
renovación estuvo. Hasta muy entrada la segunda mitad del siglo XX, los
maestros fueron quizá el gremio más castigado por la desidia y el desinterés de
los gobiernos de turno. Fue común que los mismos cobraran sus sueldos con un
año de atraso, por ello la mención en ésta efemérides es un recordatorio del
sacrificio de los docentes riojanos.
24 de setiembre de
1869
Bajo la presidencia de
María H. de Bazán se organizaba por decreto del ejecutivo riojano, la SOCIEDAD
DE BENEFICIENCIA en la que figuraba casi un centenar de señoras de la clase
alta riojana. Habría una comisión directiva con una presidenta, una tesorera y
tres vocales y era atribución prioritaria de la sociedad de caridad, “procurar
todos los recursos posibles por los medios que la caridad sugiere para invertirse
en el sostén y mejoramiento del Hospital y de sus enfermos”.
Esta fue, sin duda, la
primera organización laica integrada por mujeres de acción comunitaria y
beneficio social. Hacía ya medio siglo que existía en Buenos Aires y en casi
todas las demás provincias la Sociedad de Beneficencia creada por Rivadavia.
25 de setiembre de
1874
A partir de este día y
hasta la primera semana de octubre serán varios los decretos del Ejecutivo
relacionados con la movilización de la Guardia Nacional como consecuencia del
movimiento revolucionario encabezado por Mitre y que terminaría con su derrota
en la batalla de La Verde (provincia de Buenos Aires). Así se nombra a Exequías
Bringas comandante de la guardia nacional en la capital; se arbitran los medios
para sufragar los gastos que produzca dicha movilización y se designa como médico
titular de las fuerzas movilizadas al servicio de la nación al doctor
Arquímedes Marchi con el grado de sargento mayor.
En La Rioja los
rebotes revolucionarios fueron de muy escasa intensidad, pero sin duda
conmovieron a la sociedad de entonces. La única y más interesante relación
entre ese movimiento y La Rioja fue la participación del coronel Hilario Lagos
en la represión de los revolucionarios, pues años antes Lagos llegado a La
Rioja en represión de la montonera ya derrotadas casaría con una joven riojana
cuyos descendientes todavía viven en la provincia. Siendo, a diferencias de los
“Coroneles de Mitre”, sanguinarios y crueles, casi diríamos la excepción. Una
calle de la capital recuerda su nombre.
27 de setiembre de
1729
Nace en La Rioja Juan
Francisco Ocampo que luego de cursar estudios en el Colegio Monserrat ingresó
en la Compañía de Jesús en 1748. En 1760 estaba en el Colegio de la Compañía en
Asunción del Paraguay, siendo expulsado de los reinos borbónicos con los demás
sacerdotes de su congregación en 1767 radicándose en Italia.
Este religioso riojano
era filósofo y a su capacidad intelectual se le debe una serie de traducciones
de obras del saber de la humanidad. Falleció el 31 de diciembre de 1816.
Si bien una sociedad
pequeña y aislada La Rioja a lo largo de su historia tuvo muchos ejemplos
similares a los del jesuita Juan Francisco Ocampo, muy poco conocido entre
nosotros, pero que dejó testimonio de su ingenio y saber en los círculos
intelectuales de Europa.
28 de setiembre de
1871
Que no era cobrar
multas, convocar a la Guardia Nacional y demás cuestiones lo muestra una ley,
la número 194 en la que se decía: “Se asigna al joven estudiante en la
Universidad de Córdoba, don Francisco Villanueva la cantidad de doscientos
veinte pesos anuales para continuar su carrera literaria, por el término de dos
años, a contar desde el 1º de enero de 1872”. Mucho dinero sin duda, que le
permitiría vivir más que holgadamente en Córdoba escribiendo sonetos,
alejandrinos o cuartetos. Lo que sí que el tal Francisco Villanueva nunca
figuró como escritor riojano y que sepamos su nombre no figura en el Parnaso
argentino. ¡Seguramente un buen verso para sacarle fondos a una provincia que
no se caracterizó por lo rica! Por esos tiempos el riojano Salvador de la Colina
que escribiera una de las obras más hermosas “Crónicas riojanas y
catamarqueñas” vivía en Córdoba casi de la caridad pública pero su sacrificio
lo llevó a ocupar ya recibido de abogado altos cargos la justicia provincial y
catamarqueña finalizando su larga trayectoria profesional como profesor en la
Universidad de Buenos Aires de Derecho Penal.
28 de setiembre de
1864
Por ley número 108
crease un nuevo departamento que se denominará INDEPENDENCIA. Abarcando los
lugares de Tudcum, Patquía, La Hedionda, Aguango, Cieguita, Mohillaco, Los
Colorados, Conasto, Totoral, Paganzo, Amaná, Cerro Blanco y Salinas de Bustos,
fijándose como limites por el sud la Hedionda, por el norte Tudcum, por el este
Patquia y por el oeste las Salinas de Bustos, designándose como cabecera del
departamento a Patquía, autorizándose al ejecutivo a nombrar los empleados que
creyera conveniente.
Hasta bien entrado el
siglo XX Independencia y Sanagasta se integrarían electoralmente a la capital
no designando diputados departamentales.
Fuente: Efemérides Riojana de Miguel Bravo Tedín.