1930
– Nace Dionisio Díaz (87) en La Rioja. Artesano, alfarero, ceramista, escultor.
Comenzó a modelar a los 7 años. Sus trabajos manifiestan una temática diaguita,
con sus mitos y deidades. Premiado en Cosquín 1968, expuso en Chile y Francia.
Las estatuillas de la “Chaya” riojana son de su autoría. Le dedicaron poemas y
canciones.
Las
numerosas distinciones recibidas, las letras de poemas y canciones que lo
homenajean, el reconocimiento a su talento y don de gente, no amortiguan su
espíritu inquieto, ya que Dionisio continúa tras décadas de labor, transitando
el camino de su arte.“Siempre hay que tener un objetivo, luego otro y otro
–aconseja- ya que es lo que nos mantiene activos, siempre alertas y lúcidos”.
Quizás
estas expresiones ayuden a explicar su constante vigencia, su sostenida
vocación educativa, que comenzó cuando enseñaba gratuitamente a jóvenes del
barrio, a amasar y modelar la arcilla, en el patio de su cálida casa familiar
del barrio llamado entonces “3 de Febrero” de la ciudad de La Rioja.
Moldeó
arcilla, talló maderas, realizó innumerables piezas con variadas técnicas y
creó y recreó imágenes que hacen referencia a pueblos ya desaparecidos, a
figuras de la vida colonial, a nuestros habitantes y su escenario circundante.
Mostró una de sus últimas obras realizadas en un duro tronco de una especie de
árbol propio de la zona pedemontana, donde el rostro de una pareja de
aborígenes se destaca en arcilla cocida, con sus espectaculares rasgos duros,
propios de la etnia.
“La
creación es una actitud constante que llena de satisfacción, motiva la
aventura, impulsa a volar, a abrazar generaciones y generaciones. Una persona
que hace arte de éste modo, tiene con seguridad un vuelo suave, amor fraterno,
mente clara y limpia y la convicción total de que transitamos ésta vida con
sentido de trascendencia”, apuntó Dionisio.
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