1867 - Genoveva H. de Bazán dirige una nota al oficial mayor de gobierno
Carmelo Valdez aceptando la “presidencia de la comisión de Señoras para
organizar el catafalco de la iglesia Matriz y solemnizar las exequias fúnebres
de las victimas inmoladas en el lugar de las Mesillas, por el puñal alevoso de
los traidores”, (según reza la nota de la caritativa señora). Luego de pasado
el miedo por la casi triunfal llegada a La Rioja de los montoneros de Felipe
Varela y pasado un plazo prudencial de Pozo de Vargas el consabido homenaje a
los muertos, denostando de paso a los varelistas. Y la mujer, convidada de
piedra: para servir a la vida y a la muerte. Principio y fin de la vida humana.
Ninguna participación por supuesto, a la hora del consejo para llegar a la paz.
A su manera los vencedores mostraban que ese homenaje para nada estaba
destinado a los que perdieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario