En La Rioja, su santuario está ubicado en el interior de la Basílica Menor dedicada al santo, construida a principios del siglo XX por el arquitecto italiano Juan Bautista Arnaldi y en ella se celebra el Tinkunaku, célebre fiesta del Niño Acalde, sacado en procesión todos los años al encuentro de San Nicolás de Bari cada 31 de diciembre.
Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y prácticamente con esta fecha se empezaban las festividades de diciembre. Como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, y lo pintan como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños (entre nosotros lo llamaron Papá Noel).
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