1829 - Las fuerzas del general
José María Paz vencieron a las del Juan Facundo Quiroga, conocido como El Tigre
de los Llanos, en La Tablada, Córdoba.
1857 - El gobierno considerando
el clima de armonía prescripto por la Nación, no reconociendo la existencia de
enemigos políticos de ninguna clase, ni puede aceptar con esta clasificación a
los diferentes partidos que antes de ahora se han agitado en la provincia,
acuerda y decreta que “todo individuo que se hubiese ausentado de la provincia
por causas políticas tiene completa libertad para regresar a ella, bajo las
garantías que la Constitución acuerda a todo habitante de la Confederación”. La
inestabilidad política fundamentalmente de esa época y varias décadas después
obligaba como una práctica cotidiana toda vez que fracasaba un intento
revolucionario, una asonada o lo que fuera perturbador a los que se consideraba
culpables a emigrar a Chile generalmente o a Bolivia, lo mismo hacían y de esos
existen numerosos documentos los asesinos, ladrones y demás delincuentes
perseguidos por la justicia que lograban no ser alcanzados por ella si contaban
con buenos caballos. La frontera con Chile era realmente fácil de penetrar y no
existía al respecto mayor control. Debemos considerar que por esa época hasta
finales de siglo existían en la zona de Copiapó y Chañarcillo una comunidad
riojana que en número era superior incluso a la de la provincia atraídos sus
miembros por la inmensa riqueza descubierta en la zona hacia 1830. Como sería
de común esto de jugar a los naipes y desplumarse que el historiador copiapino
Oriel Álvarez Gómez en su libro “Atacama de plata” cuenta que Faustino
Sarmiento además de trabajar en las minas de Copiapó practicaba con mucho éxito
los juegos de azar y lo califica por su habilidad de tahúr. Curiosa actividad
del que poco tiempo después se convertiría en un educador reconocido por sus
méritos tanto por Chile como por Argentina.
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