EN EL DIA DE LA LENGUA AUTOCTONA
LENGUAS INDIGENAS DE ARGENTINA
La República Argentina no ha establecido por norma legal
ningún idioma oficial; con todo, el idioma castellano es el utilizado (desde la
fundación del estado argentino) por la administración pública y en el que se
imparte la educación en todos los establecimientos públicos, hasta tal punto
que en los niveles básico y secundario existe como asignatura obligatoria la de
la lengua castellana (asignatura llamada «Castellano»). Tal obligatoriedad es
una imposición que ha resultado en un factor de cohesión social entre los
millones de habitantes de Argentina. Existe una Academia Argentina de Letras,
fundada en 1931, que desde 1952 colabora regularmente con la Real Academia
Española para el registro de las variantes locales.
Si bien la Constitución Nacional establece como función del
Congreso Nacional «reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos
indígenas argentinos», a éstos aún no se les ha reconocido la oficialidad de
sus lenguas nativas, excepto en las provincias de Chaco y Corrientes.
Son aquellas lenguas originadas y desarrolladas en el
continente americano, incluyendo las islas de su zócalo continental, desde el
primer poblamiento humano hasta antes de la llegada de europeos, africanos y
asiáticos, habiéndose extinguido muchas de ellas desde entonces hasta la
actualidad.
Para ver una lista exhaustiva de las lenguas indígenas de
América compartimos el listado de lenguas
indígenas de América-Argentina
Quechua
El quechua sureño: de la familia de las lenguas quechua.
Presenta dos dialectos:
El quechua sudboliviano: hablado por habitantes del
occidente boliviano residentes en Argentina y sus descendientes. Esta misma
variedad se habla en todo Jujuy, Salta y Tucumán; después del castellano es la
segunda lengua del país más difundida y la lengua indígena más importante de
América, ya en 1971 tenía 855 000 hablantes a los que habría que sumarles unos
70 000 posibles en Salta.
El quichua
santiagueño: de la familia (o quechua wanp'una meridional). Distinto del
quechua boliviano, con una similaridad lexical del 81 % con este. Hablado por
100 000 personas, según datos de Censabella (1999), aunque otras estimaciones
elevan la cifra a 140 0007 o 160 0008 hablantes en la provincia de Santiago del
Estero (departamentos de Figueroa, Moreno, Robles, Sarmiento, Brigadier J. F.
Ibarra, San Martín, Silipica, Loreto, Atamisqui, Avellaneda, Salavina,
Quebrachos, Mitre, Aguirre, parte del departamento Taboada a lo largo del río
Salado), sudeste de la provincia de Salta y Buenos Aires. Existe una cátedra
para su estudio y conservación en la Universidad Nacional de Santiago del
Estero. El cálculo más pequeño habla de un mínimo de 60 000 hablantes en el año
2000. Sus hablantes se componen de una población criolla que en la actualidad
no se autoreconoce como indígena (aunque admite un pasado indígena).
Guaraní
En las provincias de Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa,
Entre Ríos y Buenos Aires donde los dialectos guaraníes argentinos son hablados
o conocidos por cerca de un millón de personas, incluyendo inmigrantes
paraguayos que hablan el guaraní paraguayo o el jopará (2005). En Corrientes,
en donde se habla el dialecto guaraní argentino se decretó en 2004 la
cooficialidad de la lengua guaraní y su uso obligatorio en la enseñanza y
gobierno.
El chiripá, tsiripá, txiripá, nhandeva, ñandeva, avakatueté
o apytare, dialecto apapocuva: lengua de la familia tupí guaraní, subgrupo I.
Unos pocos hablantes en la provincia de Misiones y entre inmigrantes
paraguayos.
El mbyá, mbua, guaraní oriental argentino o mbyá: de la
familia tupí-guaraní. Similitud léxica de un 75 % con el guaraní paraguayo. En
2002 contaba con unos 3000 hablantes en la provincia de Misiones. El guaraní
occidental argentino, guaraní oriental boliviano, chawuncu o chiriguano,
dialectos chané e izoceño: de la familia tupí-guaraní, subgrupo 1. Unos 15 000
hablantes en las provincias de Salta y Formosa.
El guaraní correntino o guaraní argentino: perteneciente a
la familia tupí-guaraní. Hablado (junto al castellano) por hasta un 50 % de la
población de origen rural de la provincia de Corrientes (alrededor de 100 000
personas). El gobierno correntino decretó en 2004 la cooficialidad de la lengua
guaraní y su uso obligatorio en la enseñanza y gobierno, aunque aún no ha sido
reglamentado.
El kaiwá, caingua, caiwá o kayova, llamado pai tavyterá en
Paraguay: de la familia tupí-guaraní, subgrupo 1. Hablado por no más de 510
personas en la provincia de Misiones.
El tapieté, guarayo, guasurangue, tirumbae, yanaigua o
ñanagua: de la familia tupí-guaraní, subgrupo 1, hablado por unas 100 personas
de una aldea cercana a Tartagal en Salta.
MapudungunEl mapudungun, araucano, maputongo, mapuche o
mapudungu, dialectos: pehuenche, nguluche, huilliche, ranquenche: de la familia
araucana, con aproximadamente 40 000 a 100 0006 hablantes en las provincias de
Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz en el año 2000.
Aimara
Aimara central: lengua del grupo aymara, hablada por 30 000
habitantes de Jujuy, del norte de Salta, además de inmigrantes de la puna
boliviana y de Perú.
Mataco-mataguayo
Extensión del dominio de las lenguas mataco-guaicurú.
Chorote iyojwa'ja, choroti, yofuaha o eklenjuy: de la
familia mataco-guaicurú, es un idioma distinto del chorote iyo'wujwa. Hablado
en 1982 (no hay datos más recientes) por unas 1500 personas en el nordeste de
la provincia de Formosa.
Chorote iyo'wujwa, choroti, manjuy o manjui: de la famila
mataco-guaicurú. Cuenta con unos 800 hablantes en 1982,6 50 % de ellos
monolingües, mezclados con los hablantes del chorote iyojwa'ja. Actualmente es
hablado por apenas 400 personas.
Nivaclé, ashlushlay, chulupi, churupi, chulupie, chulupe,
dialectos nivaclé de la selva y nivaclé del río: de la familia mataco-guaicurú,
cuenta con unos 200 hablantes en el nordeste de la provincia de Formosa. El
término «chulupí» y similares son peyorativos.
Wichí lhamtés güisnay, mataco güisnay, güisnay, mataco
pilcomayo, o mataco: de la familia mataco-guaicurú, hablado por unas 15 000
personas en el área del río Pilcomayo, provincia de Formosa. El término
«mataco» para designar las lenguas y los pueblos wichí es peyorativo.
Wichí lhamtés nocten, mataco nocten, nocten, noctenes u
oktenai: de la familia mataco-guaicurú, hablado por alrededor de 100 personas
en la frontera noreste del país, hasta la zona de Clorinda.
Wichí lhamtés vejoz, mataco vejoz o vejos, dialecto vejoz
del Bermejo: de la familia mataco-guaicurú. Cuenta con unos 25 000 hablantes
distribuidos en las provincias de Chaco y Formosa. Su área de influencia, en general, se
encuentra al oeste de la del Toba, a lo largo del curso superior del río
Bermejo y en el río Pilcomayo. No es inteligible con otros lenguajes del Chaco,
y se lo habla también en Bolivia.
Guaycurú
Mocoví, mocobí o mbocobí: de la familia mataco-guaicurú. En
el año 2000 había unos 4530 hablantes en Formosa, el sur del Chaco y el noreste
de la provincia de Santa Fe. Para 2008 la cifra había pasado peligrosamente
hasta 3000 o 5000 personas.
Pilagá o pilaca: de la familia mataco-guaicurú, dialectos
toba-pilagá (toba del Oeste o sombrero negro) y chaco pilagá (toba del Sur): de
la familia mataco-guaicurú, hablado por unas 2000 a 5000 personas en las
cuencas de los ríos Pilcomayo y Bermejo, provincias de Formosa y Chaco. En 2004
era hablada por 4000 personas.
Toba, chaco sur, qom, toba qom o toba sur, dialectos toba
del Sudeste y toba del Norte: del grupo mataco-guaicurú. Hablado en el año 2006
por 40 000 a 60 000 personas de la etnia kom'lik en el este de las provincias
de Formosa y del Chaco. Diferente del toba-pilagá y del toba maskoy hablado en
Paraguay. En 2000 era hablada por 21 410 indígenas (19 800 en Argentina).
Lenguas en peligro de extinción
Ona, aona, selknam o shelknam: de la familia chon, a
comienzos de los años noventa quedaban entre 1 y 3 hablantes en Tierra del
Fuego. Probablemente extinto, tal como ya sucedió en Chile.
Puelche, tehuelche septentrional, gennaken o pampa: lenguaje
aislado. Probablemente extinto.
Tehuelche, tehuelche meridional, aoniken, gunua-kena,
gununa-kena, inaquen: de la familia chon. En el censo de 1966 se registraron
apenas 200 hablantes en Santa Cruz.
Vilela: perteneciente a la familia lule-vilela, y casi
extinto. Lo hablan unas 20 personas en la ciudad de Resistencia, provincia del
Chaco.
Güenoa o wenoa y chaná, lenguas de la familia charrúa o
charruana, que desaparecieron hacia inicios de siglo XIX al oeste del río
Uruguay, sucediendo lo mismo hacia 1830 al este del mismo río. Sin embargo, a
mediados de 2005 un habitante de la ciudad entrerriana de Nogoyá dio a conocer
que conservaba por transmisión oral familiar la lengua chaná, la veracidad de
este descubrimiento está en estudio, pero mencionó más de 250 vocablos y
frases, entre ellas todas las palabras charrúas y chanás conocidas.
Lenguas Extintas
Distribución aproximada de lenguas en el extremo meridional
de Sudamérica en tiempos de la Conquista.
Además de las lenguas indígenas sobrevivientes, antes del
contacto con los europeos y durante algún tiempo durante la conquista de
América en Argentina se hablaron además las siguientes lenguas, que la
actualidad están extintas:
Abipón: de la familia mataco-guaicurú, y relacionado con el
kadiweu, no parecen quedar hablantes vivos de esta lengua.
diaguita, cacán, calchaquí, cacano: lengua hablada por los
pazioca («diaguitas»). Lenguaje aislado.
Chané: de la familia arawakana, sin clasificación de
subgrupo. Se lo ha comparado con el guana o kashika del Paraguay, o con el
terena de Brasil, pero ambos son distintos. Se habló en la provincia de Salta,
hace unos 300 años. El grupo étnico es llamado izoceño, y ahora habla guaraní
occidental.
Kunza, cunza, likanantaí, lipe, ulipe, o atacameño lengua de
la etnia atacameña (lickan-amtay), casi seguramente extinto también en Chile.
Probablemente una lengua aislada.
Henia-camiare o hênia-kamiare: hablada por la etnia del
mismo nombre más conocida como comechingones. No hay elementos suficientes para
establecer su pertenencia a alguna familia, ni es posible intentar una
reconstrucción.
Het: lengua de los antiguos pampas también conocidos como
querandíes. Su existencia como única lengua es especulativa.
Allentiac o alyentiyak y millcayac o milykayak, lenguas
pertenecientes al macrófilo huarpe (nombre que también suele darse a la
primera), habladas otrora en la región de Cuyo. La escasez de elementos
remanentes impide intentar clasificación o reconstrucción precisas.
Lule-toconoté: de la familia lule-vilela, algunos autores
afirman que lule y toconoté no serían la misma lengua, hablada por pueblos que
habitaban en parte del territorio de la actual provincia de Santiago del
Estero, y en parte migraron hacia el Chaco a mediados del siglo XVII. Del
lule-toconoté quedan sólo algunos vocablos y lexemas aunque casi siempre se
desconoce su significado preciso.
Yagán, yámana o háusi-kúta (también yaghan, yagán, yagana):
lengua hablada por los aborígenes de las zonas litorales meridionales del
archipiélago fueguino, presentaba la característica de ser muy analítica y por
esto poseía un extenso vocabulario. Se extinguió en la Argentina a inicios de
siglo XX, aunque se conservan lexicones del mismo y algunas importantes
palabras en la toponimia como Ushuaia, Lapataia, Tolhuin, etc. Quedan
probablemente entre 3 y 5 hablantes en Chile.
El guaraní misionero se habló en el área y tiempo de
influencia de las misiones jesuíticas, entre 1632 y 1767, desapareciendo
definitivamente hacia 1870, pero habiendo dejado importantes documentos
escritos. http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_de_Argentina