1875
- Por ley número 265 se declaraba como “límite de las estancias situadas sobre
el faldeo de la Sierra del Velasco, desde Tudcum hasta la Punta del Negro,
cuyos títulos de propiedad no lo determinen, el de tres leguas al naciente
desde la aguada principal de cada una de ellas, sin perjuicio de tercero”. Y
agregabase: “Exceptuase de la disposición anterior la parte sud, el río seco y
por el norte el río seco denominado Vargas”. El caos, indeterminación de
límites, las posesiones precarias de la tierra han sido y son constantes en La
Rioja, a pesar de las muchas leyes dadas en este sentido, instalación de
núcleos urbanos y colonización.
Todavía
falta procesar y legalizar el 50% de la superficie de nuestra provincia. Por
mas que en el gobierno de don Guillermo Iribarren 1967-1970 se creó el I.M.T.I
Instituto del Minifundio y las tierras indivisas, pues el que fuera, quizás el
más importante gobierno provincial consideraba que la ilegalidad, la falta de
títulos correctos de propiedad sobre la tierra constituía uno de los
principales factores del atraso provincial, pues ese bien no entraba en el
mercado y los poseedores de títulos precarios no lograban obtener de los bancos
el más mínimo crédito para sus labores. Bastante se legalizó pero no se
completó este empeño y muchas de estas legalizaciones motivaron severas
criticas por considerarla carentes de sensibilidad social al obligar a muchos
campesinos a dejar sus tierras poseídas desde muchos años.
1890
- En esa fecha estalló en Buenos Aires la denominada Revolución del 90. La
Rioja, conoce ese mismo día el proceso revolucionario producido en la capital
federal. El entonces gobernador Joaquín Víctor González recordaría esas
jornadas vividas en La Rioja. “El 26 de julio recibí orden del Ministerio de
Guerra de movilizar toda la Guardia Nacional de la Provincia, para acudir en
defensa de las autoridades nacionales amenazadas por la revolución. El gobierno
tomó ese mismo día todas las medidas pertinentes para cumplir aquel mandato con
la prontitud que los sucesos exigían. La división en secciones a cargo cada una
de un jefe militar, que establecí en 1889, y la concentración del mando en el
Inspector General de Milicias, produjeron el éxito que me prometía, pues
pudimos tener movilizados y dispuestos a ponerse en marcha a más de mil
soldados, en menos de tres días, contando solamente, y al primer llamado, los
Departamentos Capital, Castro Barros, Chilecito, Famatina, Lavalle y
Sarmiento.
Los
hechos revolucionarios repercutieron fuertemente en La Rioja al extremo de que
el día 28 González comunica al ministro Dr. Roque Sáenz Peña en Rosario que ya
han salido para ese destino 150 hombres armados y municionados contribuyendo a
la derrota de esta revolución que fue el origen del partido Unión Cívica
Radical.
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