1857 - Queda establecida por
decreto la llamada “Escuela pública del Estado”, establecimiento de primeras
letras que comenzaría a funcionar desde el 1º de enero del ´58, “debiendo
mandar los padres de familia –se decía– a sus hijos a recibir la enseñanza
gratuita”. En el mismo decreto se designaba a Don Salustiano Moral como
maestro. Era tal la pobreza de esta primera escuela que muchos años después
Salvador de la Colina en su libro “Crónicas riojanas y catamarqueñas” hablaría
de esta escuela recordando su extrema pobreza. Los alumnos generalmente
concurrían con los pies descalzaos, se sentaban en cabezas de vaca y el
pizarrón era de suela o cuero de vaca contando con algunos textos de muy escaso
nivel docente. Pero La Rioja comenzaba muy pobremente a buscar para sus hijos
un mejor nivel de educación de la que nunca habían tenido.
1870 - Se suprimían todas las
postas provinciales y quedaban sin efectos los nombramientos de maestros de
postas y postillones. En un paso más del progreso se establecía el porte de la
correspondencia pública y particular por correos contratados. Mulas, caballos,
diligencias, todo movido a sangre. Pasarían todavía casi tres décadas antes que
a La Rioja llegara el ferrocarril y 20 años que las comunicaciones se hicieran
por telégrafo. La Rioja tuvo el poco envidiado privilegio de ser la última en
recibir estos beneficios. Don Timoteo Gordillo, un riojano emprendedor sería
quien por estos tiempos pondría en marcha un sistema nacional de transporte que
desapareció cuando el ferrocarril llegó. La desaparición de maestros de posta y
postillones marca un hito.
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