El 28 de noviembre
del 2000 el Poder Legislativo argentino sancionó la Ley, por la cual se declara
al día 2 de abril como Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de
Malvinas. Dicha ley se promulgaría finalmente el 15 de diciembre de ese mismo
año. Fue luego modificada el 7 de junio de 2006 para declarar inamovible al
feriado nacional, por lo cual no podrá ser trasladado al lunes anterior o
siguiente para conformar un fin de semana largo.
Las islas Malvinas
fueron avistadas por primera vez en el año 1520 por la expedición de Fernando
de Magallanes, al buscar un pasaje hacia el Océano Pacífico. Esteban Gómez les
dió el nombre de la nave que comandaba: San Antón, es por esto que en los antiguos
mapas aparecen con el nombre "Islas Sansón" al ser eludida la
"t", Simón de Alcazaba y Alonso de Camargo las visitaron antes del
año 1540 y las describieron en el Islario de Santa Cruz en el año 1541:
"Al oriente del puerto de Sanct Julián... a cincuenta y un grados de
altura". En esas épocas fueron conocidas con nombres españoles como ,
-además de San Antón-, Islas de San Carlos o Islas de Los Patos. Las Malvinas
fueron frecuentemente confundidas con una supuesta isla llamada Pepina (apodada
parofónicamente como Peypus por los ingleses), aunque también han sido llamadas
imprecisamente así otras ínsulas del Atlántico Meridional.
El 19 de marzo de
1983 se promulgó la ley 22769, que creó el feriado del 2 de abril con el nombre
de Día de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
El conflicto por la
soberanía de las islas data desde hace mucho tiempo. Desde su descubrimiento en
el siglo XVII, las Islas Malvinas fueron disputadas por los países de Francia,
España e Inglaterra.
En 1820, una fragata
argentina fue enviada desde Buenos Aires para tomar posesión de las islas que
anteriormente correspondían a España y se encontraban deshabitadas. Finalmente
en 1833, un contingente de barcos Ingleses arribó a las islas, haciéndose
posesión de estas en nombre del Rey de Inglaterra.
La disputa histórica
En 1982 el país
transitaba una época oscura. Desde 1976, las Fuerzas Armadas habían dejado de
lado a la democracia y los derechos de la población, tomando por la fuerza la
dirección del país. Los problemas económicos y el empobrecimiento del país
aumentaban día a día, haciendo más visibles los conflictos sociales y
desenmascarando la realidad.
El 2 de abril de
1982, los argentinos se despertaron con la noticia de que las Islas Malvinas,
aquel pedazo de tierra alejado al sur del país, habían sido recuperadas por un
sorpresivo desembarco de tropas del ejército, como muestra de soberanía.
El objetivo principal
de las fuerzas armadas no solo fue recuperar las islas, sino también desviar el
foco de atención de una población golpeada por años de dictadura. En una acción
“patriótica”, la Junta Militar buscó lograr el apoyo de todos los sectores de
la sociedad.
El gobierno inglés de
Margaret Tatcher reaccionó seis días más tarde, enviando hacia las islas un
ejército superior en número y equipamiento. Mientras, en el mundo, tanto las
potencias como Estados Unidos y Francia, condenaron junto a la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) el accionar de los argentinos, sin realizar
intervención alguna para impedir el conflicto.
Desde ese momento,
comenzó una cruenta batalla entre las tropas argentinas y británicas,
desarrollada tanto en el mar y como en la tierra. A pesar de la superioridad de
las tropas inglesas, los soldados argentinos demostraron el valor, la fuerza y
el sacrificio luchando hasta el cansancio por la soberanía nacional.
Soldados argentinos
en Malvinas
Dos meses y medio
después, el 14 de junio, la guerra finalizó con la rendición de las tropas
argentinas. El final de la guerra, es considerado para muchos historiadores
como una “herida mortal” para la dictadura militar argentina.
Finalmente, en 1983,
la Junta Militar entregó la dirección del país, permitiendo elecciones
democráticas luego de siete años de dictadura. El conflicto de Malvinas no solo
ayudó a la caída de del Proceso de Reorganización Nacional, sino que marcó a
toda una generación de jóvenes que lucharon en nombre de la soberanía nacional.
Aquellos héroes hoy
Han pasado 32 años
desde la finalización de la guerra y cada 2 de abril se realizan actos en todo
el país para homenajear y mantener vivo en la memoria, a aquellos que
participaron de la gesta de Malvinas.
A pesar de los
errores políticos y militares de los gobernantes, los veteranos de Malvinas
dieron su vida en defensa de los valores y de la soberanía nacional.
Hoy en día, todos los
veteranos de guerra se reúnen para ayudarse entre ellos y cada 2 de abril
recuerdan a sus compañeros que no están, buscando que se reconozca de forma
pacífica que las Malvinas son argentinas.
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