El 24 de marzo de 1976 se produjo en Argentina el último golpe militar.
Fueron años muy duros en los que se perdieron muchas vidas. Por eso usamos la
expresión “Nunca Más” cada vez que nos referirnos a ese período oscuro de
nuestra historia.
Fueron años muy duros, pero las madres y abuelas de Plaza de Mayo no
bajaron los brazos, exigieron justicia y aún hoy siguen buscando a sus hijos y
nietos desaparecidos.
Recordar esta fecha nos responsabiliza en la defensa de nuestros derechos
y del sistema político democrático. Un gobierno elegido por la mayoría y
respetado por todos es lo más valioso que un país puede tener.
El golpe de Estado encabezado por Jorge Rafael Videla, Eduardo Emilio
Massera y Orlando Agosti tomó el poder por la fuerza en el marco de lo que autoproclamaron
como “Proceso de Reorganización Nacional”, dando inicio a la etapa más oscura y
sangrienta de la historia argentina. Este hecho marcó un antes y un después en
la vida política, económica y cultural de nuestro país.
El régimen militar, a través del terrorismo de Estado, impulsó las bases
de un nuevo modelo económico: el neoliberalismo. Con la idea de que el Estado
debía intervenir lo menos posible en el mercado, se fue configurando un país
regresivo en lo económico y socialmente injusto. La apertura de la economía
significó la destrucción de la industria nacional, así como también la
creciente concentración de la riqueza en pocas manos.
Asimismo, se buscó destruir toda forma de organización popular. Para
ello, se puso en marcha un aparato de represión sistemático y sangriento sobre
todas las formas de expresión democráticas: políticas, sociales y sindicales.
Instauraron diariamente el terror por medio del autoritarismo, silenciando
voces, con el argumento de que había que instaurar el “orden”. Estudiantes,
militantes, sindicalistas, docentes, intelectuales y trabajadores fueron
perseguidos, detenidos, torturados y desaparecidos.
A partir de 2003, el Gobierno nacional comenzó a implementar políticas
que tuvieron como eje la promoción de los Derechos Humanos. Como símbolo de
este compromiso, el 24 de marzo de 2004, el ex presidente Néstor Kirchner
ordenó descolgar los cuadros de Jorge Rafael Videla y Roberto Bignone, del
Colegio Militar. Y expresó: “vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional
por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas
atrocidades. No es rencor ni odio lo que nos guía, sino justicia y lucha contra
la impunidad”.
Ese mismo día dispuso también el traspaso de la ex Escuela de Mecánica de
la Armada (ESMA) a organismos de Derechos Humanos y la creación en su lugar del
Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.
Actualmente, gracias a esta voluntad política, en el lugar donde reinó el
horror y la muerte distintas organismos e instituciones trabajan para promover
los Derechos Humanos y testimoniar los delitos de lesa humanidad cometidos
durante la última dictadura.
Además, las luchas de los organismos nacidos al calor de los crímenes
cometidos durante el régimen de facto, tuvieron reconocimiento con la decisión
del Congreso Nacional de anular las leyes de Obediencia Debida y Punto Final
que indultaban a los responsables de delitos de lesa humanidad. El 14 de junio
de 2005, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró la
inconstitucionalidad de estas normas, lo que permitió que se desarrollen
juicios orales y públicos contra quienes cometieron los crímenes de la
dictadura.
En la actualidad estos juicios continúan investigando los hechos que se
llevaron a cabo entre 1976 y 1983 en los distintos centros clandestinos de
detención. De esta manera, el Gobierno Nacional avanza en la consolidación de
la memoria colectiva de la sociedad, generando sentimientos opuestos a todo
tipo de autoritarismo; promoviendo la defensa permanente del Estado de Derecho
y la plena vigencia de los Derechos Humanos.
EN LA RIOJA:
La Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), que por primera vez lidera
los actos de conmemoración del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia en la
provincia, otorgó hoy el doctorado honoris causa al asesinado obispo Enrique
Angelelli y la filial local de Madres de Plaza de Mayo.
El consejo superior de la UNLaR dispuso otorgar las menciones a monseñor
Angelelli, asesinado el 4 de agosto de 1976; la Asociación Madres de Plaza de
Mayo y al ex docente universitario, ex preso político y constitucionalista
Ricardo Mercado Luna, ya fallecido.
Los reconocimientos fueron recibidos por familiares de Angelelli y
Mercado Luna, mientras por Madres lo hizo Marcela Brizuela de Ledo, titular de
la filial local de ese organismo de derechos humanos.
Brizuela, madre del soldado Alberto Ledo, por cuya desaparición fue
acusado el jefe del Ejército, César Milani, destacó el homenaje recibido por
parte de la universidad.
"Por primera vez en mis 38 años de lucha hemos sido invitadas por
esta universidad a participar de un evento tan importante como es la Semana de
la Memoria", manifestó.
La Universidad, que vive un proceso democratizador inédito en su historia
desde que una asamblea soberana provocara la renuncia del rector Enrique Tello
Roldán, es la sede del acto más importante de los organizados para hoy en el
marco de los actos en recuerdo del último golpe de Estado.
En esta jornada, también por primera vez, recibirán un reconocimiento
oficial los familiares de los dos desaparecidos que tiene la UNLaR: el
antropólogo César Díaz Romero y el no docente César Antonio Minué.
La Universidad logra así ser el centro de las actividades, por lo que hoy
asistieron a su sede funcionarios de todos los poderes del Estado y de los
gobiernos locales, además de organismos de derechos humanos y asociaciones de
ex presos políticos.
"En esta Universidad nunca nos hemos podido pronunciar para hacer
este reconocimiento y hoy que estamos viviendo tiempos de democracia en la
UNLaR, nos pareció necesario manifestarnos institucionalmente frente a todos
esos años de silencio", manifestó en su discurso el rector interino,
Fabián Calderón.
Además, anunció que artistas, docentes y alumnos universitarios iniciarán
hoy la construcción de un mural colectivo, acompañados por la lectura de poemas
de Juan Gelman.
Por
otra parte, esta tarde en Chilecito, 200 kilómetros al oeste de la capital,
familiares y amigos de desaparecidos y ex presos políticos realizarán un acto
conmemorativo en la plaza Caudillos Federales con una marcha nocturna bajo el
lema "Con Milani No hay Derechos Humanos".
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